LAS SIRENAS

Hasta las costas del sur de Italia llegó en una ocasión un barco que se convertiría en una leyenda. Ese barco era el Argo, y a sus tripulantes se les dio el nombre de argonautas, y todos ellos fueron héroes y de todos se cuentan historias, que se hicieron leyendas, que se hicieron mitos. Los marineros de aquella nave estaban comandados por Jasón e iban en busca del Vellocino de Oro.
Pero nuestra historia sucede en una pequeña isla de la costa meridional de Italia, habitada por sirenas, y adonde llegaron los tripulantes del Argo después de una noche de fuerte levante. Estaban agotados por la travesía y ya se disponían a descansar cuando comenzaron a oír los cantos de las sirenas, que son unos seres híbridos y pelígrosos, mítad mujeres y mitad pez. De sobra sabían ellos que no debían escuchar aquellas seductoras voces. De hacerlo, caerían bajo el hechizon de las sirenas y serían devorados por ellas. Pero ya habían echado el amarre y ellas habían comenzado su canto.
Entonces, para salvar a sus compañeros, el poeta Orfeo cogió su lira y entonó una melodía tan maravillosa que logró neutralizar las voces de las sirenas. Y mientras Orfeo tocaba, Jasón ordenó que levaran el ancla, tomaran los remos y se dispusieran para la partida. Y así fue como los argonautas consiguieron huir de este nuevo peligro.
Hay quienes han dicho que algunas sirenas no pudieron resistir la humillación de Orfeo y que, al verse vencidas por la música del poeta, quedaron petrificadas junto a las rocas de los arrecifes................