...............Entretanto la malvada Reina convencida de que Blanca Nieves estaba muerta, había cesado de interrogar a su espejo mágico. Pero una mañana decidió consultarlo de nuevo.
-¿Es verdad que yo soy la más hermosa del reino?
-preguntó
-No, tu no eres la más hermosa, la más hermosa -respondió el espejo- es Blanca Nieves sigue siendo la más hermosa del reino.
-¡Pero Blanca Nieves esta muerta!- No -contestó el espejo-. Esta viva y habita con los siete enanitos del bosque.
La Reina encolerizada mandó buscar al cazador, pero este se había marchado del palacio. Entonces empezó a pensar como haría para deshacerse ella misma de la joven de una vez por todas.
Blanca Nieves estaba preparando una tarta cuando una vieja aldeana se acercó a la casita. Era la malvada Reina disfrazada de mendiga.
-Veo que estas preparando una tarta de manzanas -dijo la anciana asomándose por la ventana de la cocina.
-Si -respondió nerviosamente Blanca Nieves -. Le ruego me disculpe pero no puedo hablar con extraños.
Tienes razón! -respondió la Reina-. Yo simplemente quisiera regalarte una manzana. Las vendo para vivir y quizás un día quieras comprar. Son deliciosas ya veras.
La Reina corto un trozo de manzana y se lo llevo a la boca.
-¿Ves hijita? Una manzana no puede hacerte ningún mal. ¡Disfrútala! Y se alejo lentamente.
Blanca Nieves no podía alejar sus ojos de la manzana. ¡No solo parecía inofensiva, si no que se veía jugosa e irresistible!